Muy temprano en la mañana nos esperaban en el hall del hotel, Adel con Hanan Hawash que seria nuestra guía durante nuestra estancia en El Cairo, mujer muy simpática, muy guerrera y con una marcha increíble, según nos contó ella misma era divorciada porque durante cuatro años de matrimonio no tuvo ningún hijo, su marido le echaba la culpa de esto a ella (siempre tiene la culpa la mujer) y por eso la repudió. Ahora está de nuevo felizmente casada y con varios hijos. Nos contó que había estudiado filología española en la Universidad y que por eso trabajaba con turistas españoles aunque la profesión de guía turística para una mujer no está bien vista en este país.
Esta es Hanan
Salimos en la mañana acompañados (el grupo lo formamos un matrimonio muy simpático de Ponferrada Mónica y Aurelio, un padre con su hijo de 11 años que se llama José, un grupo de tres chicas jóvenes Clara, Montse y Elena, dos amigos de mediana edad y dos mujeres algo maduras, todos españoles) por Hanan nos dirigimos a la zona de Giza donde están las famosas tres pirámides que siempre hemos visto en las fotos. Muchos turistas, muchos policías vestidos de blanco (la mayoría de ellos echados en un lugar a la sombra durmiendo), muchos camellos con unos personajes muy raros subidos en ellos y pidiéndote continuamente que te subas al camello (Hanan nos advirtió que hay que tener cuidado porque te pueden llevar al desierto y una vez allí si no les das lo que te piden te dejan botado en medio del desierto), muchos tipos vendiendo de todo y todos ellos pidiéndote continuamente dinero, te piden dinero de cualquier forma posible, te dicen que te hagas una foto con ellos, te dicen que te regalan algo (fotos, turbantes, postales, figuritas, etc) pero todo con el propósito de que les des algo de dinero. También unos personajes algo siniestros, vestidos con un traje oscuro impecable, con corbata pese al calor agobiante y con un bulto ostensible en la cintura, después Hanan nos explicó que son de la policía secreta. Pero sobre todo mucha, mucha arena y muchas piedras.
Salimos en la mañana acompañados (el grupo lo formamos un matrimonio muy simpático de Ponferrada Mónica y Aurelio, un padre con su hijo de 11 años que se llama José, un grupo de tres chicas jóvenes Clara, Montse y Elena, dos amigos de mediana edad y dos mujeres algo maduras, todos españoles) por Hanan nos dirigimos a la zona de Giza donde están las famosas tres pirámides que siempre hemos visto en las fotos. Muchos turistas, muchos policías vestidos de blanco (la mayoría de ellos echados en un lugar a la sombra durmiendo), muchos camellos con unos personajes muy raros subidos en ellos y pidiéndote continuamente que te subas al camello (Hanan nos advirtió que hay que tener cuidado porque te pueden llevar al desierto y una vez allí si no les das lo que te piden te dejan botado en medio del desierto), muchos tipos vendiendo de todo y todos ellos pidiéndote continuamente dinero, te piden dinero de cualquier forma posible, te dicen que te hagas una foto con ellos, te dicen que te regalan algo (fotos, turbantes, postales, figuritas, etc) pero todo con el propósito de que les des algo de dinero. También unos personajes algo siniestros, vestidos con un traje oscuro impecable, con corbata pese al calor agobiante y con un bulto ostensible en la cintura, después Hanan nos explicó que son de la policía secreta. Pero sobre todo mucha, mucha arena y muchas piedras.
Nada mas ir acercándote a las pirámides te sientes impresionado por la grandeza de ellas.
Y nada mas llegar se me acercó este personaje para hacerse una foto conmigo.
Por supuesto para que le diera dinero
Como le prometí a mi amigo Isidro me hice una foto con la camiseta del Barcelona delante de una pirámide y se la envié con el móvil.
La meseta de Giza hace casi 5.000 años se convirtió en la necrópolis real de la ciudad de Menfis, capital de Egipto. En menos de 100 años los antiguos egipcios construyeron las tres pirámides que servían de tumbas a sus reyes muertos. Cuando el faraón fallecía, su cuerpo era trasladado en barca hasta un templo del valle. Aquí lo preparaban antes de levarlo a la pirámide y enterrarlo, debajo y en algunos casos dentro de ellas, todo esto para evitar que sus tumbas fueran saqueadas. La familia del faraón y su corte eran enterrados en pequeñas pirámides y tumbas de piedras, las mastabas, muy cerca de él, para participar en la muerte como en la vida, del poder del rey.
Las pirámides tenían la cima recubierta por un piramidión bañado en oro, que captaba los primeros rayos de sol y cuya forma quizás simbolizara el mítico monte primigenio de la creación. Sin embargo, como la función exacta de algunas de las cámaras y corredores de las pirámides de Giza se desconoce, el hecho de que algunos corredores de ventilación señalen importantes constelaciones, que las esquinas orientadas al sureste formen una diagonal casi perfecta y que sus costados se alineen con el norte magnético ha inspirado la imaginación de muchos y se han elaborado singulares teorías.
La primera que visitamos fue la pirámide de Jufu, también llamada Gran Pirámide, hasta el siglo XIX fue la edificación mas alta del mundo, y si embargo, a pesar de su enorme tamaño, la precisión es enorme: la mayor diferencia entre sus cuatro lados, de 230 metros cada uno, es de cuatro centímetros.
La entrada original está bloqueada y los visitantes utilizan una entrada abierta por el califa Maamun en 820 a.c.
Alrededor de esta pirámide se encuentran otras mas pequeñas que se construyeron para las esposas y familiares cercanos del faraón.
Después visitamos la pirámide de Kefren, hijo de Kufu, que es un poco mas pequeña que la de su padre, su base es solo 15 metros mas pequeña que la de su padre y la altura se diferencia solo en 15 metros y es la única que conserva su cima intacta.
Después visitamos la pirámide de Micerinos, mas pequeña que las otras dos, algunos atribuyen este menor tamaño a una perdida de poder del faraón, otros apuntan a un cambio en las prioridades, el tamaño de la pirámide es menor, pero las tumbas y los templos subsidiarios son mayores y mas elaborados. Esto puede interpretarse como el abandono de las pirámides como monumento funerario a favor de las tumbas excavadas en la roca.
En el interior un pasadizo desciende desde la entrada hasta una antecámara decorada con una falsa puerta, dentro hace un calor horroroso y la gente sale casi desmayándose del calor.
Y hay un museo justo al lado donde se conservan los restos de la Barca reconstruida. Se tardaron 14 años en unir las 1.200 piezas encontradas, valiéndose únicamente de cuñas de madera y soga de cáñamo, materiales usados en el antiguo Egipto.
En la siguiente foto podemos ver una panorámica de las tres pirámides
En las proximidades de la pirámide de Kefren se alza la gran Esfinge, primera estatua colosal conocida del antiguo Egipto, su construcción data alrededor del año 2.500 a.c., tiene 20 metros de altura, un cuerpo muy alargado y un tocado real que enmarca un rostro carnoso, probablemente de Kefrén.
Menfis fue capital de Egipto durante el Imperio Antiguo y en periodos posteriores de la época faraónica, su fundación se sitúa hacia el año 3.100 a.c., por el rey Menes, soberano responsable de la unificación del Alto y Bajo Egipto. Hay incontables descripciones de la ciudad en textos clásicos de escritores e historiadores como Plutarco. La extensión y grandeza de su necrópolis en Saqqara da idea del esplendor que debió alcanzar. Desafortunadamente quedan pocas huellas de su pasada gloria. Sus magníficos templos y palacios fueron expoliados y derruidos por los conquistadores extranjeros. Los escasos objetos descubiertos se exponen en un pequeño museo al aire libre en la localidad de Mit Rahina. Destaca la estatua en caliza de Ramses II con las rodillas truncadas
En el jardín pueden verse mas estatuas de Ramses II
Y una esfinge de la dinastía XVIII que, con más de 80 toneladas de peso, es la estatua de calcita más grande que se conoce
En el camino entre el museo al aire libre de Mit Rahina y Saqqara pudimos ver en la calle algunas escenas de la vida cotidiana en esta parte de Egipto
Saqqara es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Egipto. Sus monumentos abarcan un periodo de 3.000 años, desde las primeras tumbas faraónicas a los monasterios coptos. Saqqara se convirtió en la necrópolis real de Menfis, capital del Imperio Antiguo. Con el tiempo, y aunque continuó albergando tumbas de funcionarios, Saqqara fue abandonada y, excepto la pirámide de Zóser, permaneció siglos enterrada bajo la arena.
Pirámide de Zóser
Se trata de la pieza más importante de la necrópolis de Saqqara y prototipo de las pirámides de Giza y de todas las pirámides que la siguieron. Esta importante edificación fue erigida para el faraón Zóser por su arquitecto, el sumo sacerdote Imhotep, en el siglo XXVII a. c. y marca un avance sin precedentes en el avance de la arquitectura. Hasta entonces, las tumbas reales consistían en cámaras subterráneas cubiertas por una estructura de barro en forma de pirámide truncada, las mastabas. Imhotep prefirió el empleo de piedra en vez de ladrillo y construyó no una mastaba, sino seis, una encima de otra y decrecientes en tamaño.
Dimos un paseo por todo el complejo de la pirámide de Zóser
Aquí estamos todo el grupo escuchando las explicaciones de Hanan
Y desde aquí fuimos a ver la tumba de Akhti Hotep y Ptah Hotel
Por la tarde fuimos a visitar la Ciudad de los Muertos, curioso lugar situado encima del cementerio antiguo de El Cairo. Al parecer cuando la guerra de los Seis Días con los israelitas hubo muchos egipcios que se quedaron sin casa y no les quedó mas remedio que ponerse a vivir en el cementerio, comenzaron a construir sus casa encima de las tumbas y se formó una ciudadela con dos millones de habitantes, sin luz, ni agua ni ninguna infraestructura. A medida que fueron creciendo obligaron al gobierno a que les pusiera la luz y hoy en día hay una gran ciudadela con infinidad de callejuelas y en las casa existen las tumbas de los enterrados conviviendo con las viviendas de estos egipcios, es un lugar muy extraño al que no suele ir gente de fuera. Gracias a que los abuelos de Hanan vivieron ahí pudimos visitarla.
Este es José junto a una de las tumbas
Gracias a que Hanan iba con nosotros pudimos visitar la Mezquita de La Ciudadela a la que tuvimos que entrar descalzos como es costumbre
Después fuimos al mercado más famoso de El Cairo, Khan al-Khalili, donde se pueden adquirir joyas, papiros y cualquier clase de objetos. Los artesanos como orfebres y vidrieros suelen concentrarse en determinadas zonas, práctica que contribuye a mantener los precios bajos
Existe un entramado de callejones donde se puede comprar de todo. El regateo es una costumbre admitida en los comercios grandes y esencial en los zocos.
Al salir del mercado fuimos a cenar a un barco restaurante atracado en la orilla del Nilo
Y así acabó nuestro primer día en El Cairo
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