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martes, 15 de septiembre de 2009

Visitando Luxor (08-09-2009)

Muy temprano en la mañana nos levantamos para hacer una visita al Valle de los Reyes

Por el momento se han descubierto 63 tumbas, no todas de faraones sino también de reinas, de algunos personajes importantes de la época, Sumos Sacerdotes, algunos funcionarios importantes, familiares de los faraones, e incluso de algunos animales
Esto es un mapa de las tumbas encontradas hasta ahora.


El Valle de los Reyes forma parte del conjunto denominado Antigua Tebas con sus necrópolis, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco  en 1979.


Solo nos dejaron visitar tres tumbas, entre ellas la de Ramses II y no nos permitieron hacer fotos en su interior


Los reyes de la dinastia XXI trasladaron la capital a Tanis, abandonando Tebas y dejando el Alto Egypto bajo el control de los Sumos Sacerdotes de Amón y el principal problema que tuvieron que atajar fue el de los ladrones de tumbas. La inestable situación del país, que ya nunca más volvería a ser un gran imperio, estaba provocando que bandas, cada vez más agresivas y menos temerosas de los castigos que pesaban sobre los saqueadores, robasen las tumbas y destrozaran las momias. El escándalo era tal que incluso había miembros de la administración local implicados en el robo de tumbas.
Varias tumbas del Valle de los Reyes permanecieron abiertas desde la Antigüedad. Éstas serían pasto del vandalismo de los griegos y los romanos, que inscribirían sus nombres (uno de los primeros casos de graffiti de la historia) en algunas tumbas, e incluso la ira de los cristianos, que atacarían a algunas tumbas o que incluso habitarían en ellas, en el caso de algunos ermitaños. Sería con la conquista de los musulmanes cuando el valle tuviera algo de descanso, pues éstos directamente lo ignoraron, considerándolo algo ajeno e innecesario.
Muy pocos viajeros europeos harían aparición en el Valle hasta la llegada de la expedición francesa de Napoleón, cuyo grupo de historiadores exploraría el lugar e incluso identificaría algunas tumbas que permanecían olvidadas, como la de Amenhotep III. Poco después llegarían otros como Belzoni, Champollion, Lepsius, Maspero y Carter, entre muchos otros. A largo de todo el siglo XIX y comienzos del XX comenzaban a descubrirse algunas tumbas reales y numerosos pozos funerarios que acrecentaban cada vez más el interés por la necrópolis y por Egipto en general. El hallazgo de tumbas tan bellas como las de Sethy I u Horemheb, de los escondrijos de las momias reales, o de la misteriosa tumba 55 crearon una verdadera fiebre en la que varios arqueólogos y acaudalados coleccionistas competían por el mejor hallazgo.
La tumba 55, que aunque ya no tiene ningún secreto que mostrar, sigue despertando un enorme interés, pues aún ignoramos la identidad del cuerpo hallado en ella y el verdadero destinatario del sepulcro. Tras la tumba de Tutankamón, es la que más ríos de tinta ha vertido. Se ha pensado que la Tumba 55 estaba destinada a la gran esposa real Tiy, pero que el cuerpo allí hallado podría pertenecer al faraón Ajenatón o a su corregente tan poco conocido, Semenejkara. Los estudios a la momia se van sucediendo sin aportar aún datos concluyentes.
Sería en 1922 cuando el Valle de los Reyes desvelara su secreto mejor guardado, la celebérrima tumba de Tutankamón, el rey-niño de la dinastía XVIII. Llena de tesoros jamás soñados, es sin competidor posible, el hallazgo más importante de la arqueología contemporánea universal, y el comienzo de la egiptomanía que aún se siente en la sociedad. Pero no sería el fin del Valle de los Reyes: aunque ya es harto improbable la existencia de una tumba de esas características escondida en el valle (sobre todo porque ya han sido hallados casi todos los faraones), comienza la labor documental. Ya no se excava en busca de tesoros, sino de información.
Posteriormente visitamos Al-Deir-Al-Bahari , que literalmente significa “El convento del Norte” y es un complejo de tumbas funerarias y templos  que se encuentra en la ribera occidental del río Nilo.
En Deir el-Bahari se encuentra el singular templo de la reina Hatshepsut (XVIII dinastía), el más monumental de los construidos en el valle y único en su género en todo Egipto. La obra fue diseñada por el arquitecto Senemut, construida en forma de amplias terrazas, con edificios porticados y patio de columnas, en perfecta armonía de proporciones que se integran magistralmente con la escarpada ladera de la montaña, situada tras el templo, logrando una espectacular escenografía.



Gracias a que nos levantamos muy temprano llegamos antes de que llegara nadie, pero como veremos esto se lleno pronto de una multitud de turistas. El edificio principal del complejo de Deir el-Bahari es el Dyeser-Dyeseru que significa “El Sanctasanctórum”, el templo funerario de Hatsheput. Esta estructura fue diseñada y dirigida por Senemut, el administrador y arquitecto real de Hatsheput, para servir a su póstuma veneración y honrar la gloria de Amón. El Dyeser-Dyeseru tiene una serie de terrazas columnadas, con largas rampas que seguramente fueron embellecidas con jardines. Esta construido junto a una empinada montaña y en gran parte se considera como uno de los “monumentos incomparables del Antiguo Egipto”.
Estas son Elena, Clara y Montse que formaban parte de nuestro grupo 


Aquí podemos ver las impresionantes montañas que rodean al templo



Impresionantes grabados que ocupaban todas las paredes y columnas


Es increíble como se ve en este techo que tras miles de años se conserve el color de las pinturas

Aquí vemos a Walid explicándonos el significado de las pinturas

Aquí estoy yo delante del templo de Hachepsut


Como decía antes pronto llegaron las oleadas de turistas de todo el mundo
De aquí nos dirigimos a ver el templo de Medinet Habut y en el camino pudimos ver algunas escenas del Egipto profundo


Estas escenas son justo a la salida del templo que visitamos anteriormente


Siempre grupos de hombres echados sin hacer nada a la sombra. Nunca se ve ni una mujer
Y llegamos al templo de Medinet Habut

En Medinet Habu, pequeño pueblo situado a poco más de dos kilómetros al sur del Ramesseum, se encuentra el templo de Tebas mejor conservado, con unas superficies decoradas que ocupaban unos 7.000 m2. Este complejo templario no solamente está formado por el templo de Ramsés III, sino que posee una serie de estructuras de distintos períodos tanto anteriores como posteriores.
Los antiguos egipcios llamaban a este lugar Djanet y, según la tradición, está  considerado un lugar sagrado mucho antes de que Ramsés edificara su templo funerario. Medinet Habu es uno de los primeros lugares de la zona tebana en ser asociado con el dios Amón.
El complejo templario estaba rodeado por una muralla en cuya entrada principal se construyó una torre en forma de migdol (fortaleza militar de Asia Menor) que daba al templo una apariencia de fortaleza y cumplía funciones de protección en la gran muralla que lo circundaba. Delante de esta puerta fue excavado un atracadero, conectado al Nilo por medio de un canal; aquí anclaban las barcas sagradas, que llevaban en procesión las imágenes de las divinidades, y la nave real, en la que llegaba el soberano desde su residencia en el delta para participar en las fiestas.
La torre de esta entrada oriental está decorada con escenas representando a Ramsés III derrotando a sus enemigos, así como realizando ofrendas a las divinidades.





Esta imagen que nos está comentando Walid y que veremos después de frente es Sejmet, patrona de los médicos en el Antiguo Egipto

Sejmet (Sekhmet), "La más poderosa", "La terrible", fue el símbolo de la fuerza y el poder, en la mitologia egipcia. Era considerada una diosa de la guerra, y de la venganza. Fue representada como una leona, o con cuerpo de mujer y cabeza de leona, aunque con melena, generalmente coronada con el disco solar, el Uraeus (serpiente protectora), y portando el Anj y una flor de papiro o loto, y con flechas. También como mujer con cabeza de cocodrilo, o como el ojo udyat.

Era hija del dios Ra. Su esposo era Ptah y su hijo, Nefertum. Su ira era temible pero, si se conseguía apaciguarla, otorgaba a sus adoradores el dominio sobre sus enemigos y el vigor y la energía para vencer la debilidad y la enfermedad. En algunos casos fue considerada aliada y protectora de Ra, dado que daba muerte a quienes osaran enfrentarse o atacar a la monarquía divina o terrenal.
Seguimos visitando el templo







Y aquí estoy yo con la patrona de los médicos del Antiguo Egipto, la “terrible” Sejmet
Y desde aquí fuimos a ver los Colosos de Memnon
Los colosos de Memnón (en árabe Al-Colossat o Es-Salamat) son dos gigantescas estatuas de piedra que representan al faraón Amenhotep III situadas en la ribera occidental del Nilo, frente a la ciudad egipcia de Luxor, cerca de Medinet Habu y al sur de las grandes necrópolis Tebanas


Las dos estatuas gemelas muestran a Amenhotep III en posición sedente; sus manos reposan en las rodillas y su mirada se dirige hacia el Este, en dirección al río Nilo y al Sol naciente. Dos figuras de menor tamaño, situadas junto al trono, representan a su esposa Tiy y a su madre Mutemuia; los paneles laterales muestran una alegoría en bajorelieve del dios de la inundación anual, Hapy.

Las estatuas están esculpidas en grandes bloques de cuarcita, traídos especialmente desde Giza y de la cantera de Gebel el-Silsila, al norte de Asuán. Incluyendo las bases de piedra sobre las que se sustentan, las estatuas tienen una altura total de dieciocho metros.
La función original de los colosos fue la de presidir la entrada al complejo funerario de Amenhotep III: un inmenso centro de culto, construido en vida del faraón, en el que se le adoraba como al dios en la tierra. En esos días, el complejo del templo era el mayor y más espectacular de todo Egipto. Ocupaba un total de 35 hectáreas. Incluso el Templo de Karnak era menor que el conjunto funerario de Amenhotep. Hoy en día, sin embargo, quedan pocos vestigios del templo
El historiador y geógrafo griego Estrabon explica que un terremoto, en el año 27 a. C., dañó a los colosos. Desde entonces se decía que las estatuas "cantaban" cada mañana al amanecer, concretamente, la estatua situada mas al sur. La explicación es que el cambio de temperatura, al comienzo del día, provocaba la evaporación del agua, que al salir por las fisuras del coloso producía el peculiar sonido
A continuación para visitar el Templo de Luxor tuvimos que cruzar el Nilo en unas barcazas que se utilizan habitualmente para llevar a las personas de un lado a otro del Nilo


En esta foto vemos la motonave en la que hacíamos el crucero atracada junto a otras

Y llegamos al templo de Luxor

Tuvimos que sentarnos a la sombra para descansar porque estábamos completamente agotados


El templo de Luxor, fue realizado durante el Imperio Nuevo. Estaba unido al templo de Karnak mediante una avenida (dromos) flanqueada por esfinges. Fue construido por dos faraones fundamentalmente, Amenhotep III (construyó la zona interior) y Ramsés II, que finalizó el templo. También otros faraones contribuyeron al embellecimiento del recinto con decoraciones, construcciones menores, bajorrelieves y otros cambios, como Ajenatón, Tutankhamón, Horemheb, Nectanebo I y Alejandro Magno. El templo, constaba de dromos, dos grandes obeliscos, situados a cada lado de la puerta de entrada (uno fue trasladado y erigido en la Plaza de la Concordia de Paris en 1833), y dos grandes estatuas sedentes, ante los pilonos, del monarca Ramsés II. Dispone de un gran patio, columnata procesional, atrio, sala hipóstila, salas de Mut, Jonsu, y Amón-Min, cámara del nacimiento, sala de ofrendas, vestíbulo, santuario de la barca y varios santuarios. En la zona nordeste del primer patio se construyó siglos atrás una pequeña mezquita, que presta sus servicios en la actualidad, perpetuándose el carácter religioso del lugar.

De hecho la función principal del templo de Luxor era la procesión que una vez al año, durante la celebración del Año Nuevo,  se celebraba y en la que la imagen de Amón salía de su recinto de Karnak para, a través de la avenida de las esfinges, visitar el templo de Luxor.



Se supone que es la hija del faraón que aparece en la imagen anterior junto a su pierna derecha


En todos estos templos son continuos los trabajos de restauración


Desde aquí nos dirigimos al templo de Karnak, a unos tres kilómetros y unido al templo de Luxor por una gran avenida con estatuas a ambos lados.
A la entrada una gran maqueta del templo

Karnak (al-Karnak,الكرنك, "ciudad fortificada", llamada en el Antiguo Egypto Ipet Sut, "el lugar más venerado") es una pequeña población de Egypto, situada en la ribera oriental del río Nilo, junto a Luxor. Era la zona de la antigua Tebas que albergaba el complejo religioso más importante del Antiguo Egipto.

Forma parte del conjunto denominado Antigua Tebas con sus necropolis, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979. Es el conjunto de templos más grande de Egipto.

Durante siglos, este lugar fue el más influyente centro religioso egipcio. El templo principal estaba dedicado al culto del dios Amón, pero como en otros templos egipcios también se veneraba a otras divinidades.
Existía también un lago sagrado, numerosos templetes y capillas de menor tamaño, y múltiples estancias y almacenes situados dentro de los muros que circundaban el recinto principal.
La diferencia principal entre el templo de Amón en Karnak, que Diodoro de Sicilia afirma ser el más antiguo de Tebas, y la mayoría de los templos egipcios es el tiempo y esfuerzo empleados en su construcción y posteriores ampliaciones. Unos treinta faraones contribuyeron con sus edificaciones convirtiendo al complejo en un conjunto, que por su tamaño (unas treinta hectáreas), no se había conocido jamás.


Esta pared la usan para demostrar que en estas construcciones no se utilizaba ningún tipo de cemento, piedra sobre piedra.










Y este es el llamado lago sagrado, algunos historiadores dicen que el faraón se bañaba en el y otros dicen que es donde criaba los cocodrilos a los que echaba a sus enemigos.

Agotados y exhaustos nos dirigimos a la motonave para hacer noche y dirigirnos mañana hacia Asuán.


Podemos ver motonaves y unas embarcaciones a vela a las que llaman falucas y en las que mañana daremos un paseo.

Los niños bañándose en las orillas del Nilo



No cabe duda que el río es la vida de este pueblo



Comienza el comercio


Te tiran al barco las prendas para que las veas y las compres

Los niños en la orilla sabiendo que éramos españoles cantaban el porompompero para que les tiráramos monedas

Menudo trajín


Todo un espectáculo

Las esclusas para poder subir el río

Y lo mejor del día ya de noche





Mañana más
















































































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